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Un Jubileo de esperanza en la Diócesis de Boise



El padre Germán Osorio, rector de la catedral, sostiene la cruz mientras los feligreses hispanos, conmovidos, pasan para venerar la reliquia de la Vera Cruz. (Foto ICR/Vero Gutiérrez)
El padre Germán Osorio, rector de la catedral, sostiene la cruz mientras los feligreses hispanos, conmovidos, pasan para venerar la reliquia de la Vera Cruz. (Foto ICR/Vero Gutiérrez)

 

Vero Gutiérrez

 Editora Asistente


En una jornada llena de oración, fervor y profunda religiosidad, la comunidad hispana participó en la celebración del Jubileo 2025 en la Catedral de Saint John the Evangelist.

El Padre Germán Osorio, Rector de la Catedral, presidió la Misa Jubilar y durante la homilía destacó que Jesús es el fundamento de nuestra esperanza. Invitó a todos los feligreses a vivir este camino jubilar de la mano de la Virgen María, Madre de la Esperanza, y exhortó a acoger el don de las indulgencias, asumiendo el reto de vivir con una esperanza activa y contagiosa, capaz de iluminar a los demás.


Tomando como referencia el Evangelio de Mateo, donde Jesús se confronta con los fariseos (Mt 21,23-27), el Padre Osorio explicó que la pregunta de Jesús —“¿Con el poder o la autoridad de quién hago todas estas cosas?”— no solo se dirigía a los fariseos, sino que sigue interpelando a cada creyente hoy. “¿De dónde procede la fuerza que guía nuestra vida cristiana? ¿Quién es el centro de nuestra fe y de nuestra esperanza?”, cuestionó.


El Padre Osorio subrayó que la Iglesia invita a vivir este Año Jubilar como un tiempo de gracia, renovación y esperanza. “No es un simple aniversario, sino un tiempo de Dios —dijo— donde se nos recuerda que nuestra esperanza no está en estructuras humanas ni en cálculos políticos, sino en la autoridad y en el amor de Jesucristo resucitado”.


Una familia se une en oración ante la  Cruz Jubilar que contiene una reliquia de la Verdadera Cruz, buscando fuerza y bendición a través de su fe. (Foto ICR/Vero Gutiérrez)
Una familia se une en oración ante la  Cruz Jubilar que contiene una reliquia de la Verdadera Cruz, buscando fuerza y bendición a través de su fe. (Foto ICR/Vero Gutiérrez)

 

(Fotos del ICR/Vero Gutiérrez)

La jornada jubilar comenzó a las 6:30 p.m. con el sacramento de la Reconciliación, uno de los requisitos establecidos por la Iglesia Católica para poder obtener la indulgencia plenaria. Más tarde, en procesión desde el atrio hacia el interior de la catedral, el Padre Germán Osorio y el Padre Tim Segert, vicario parroquial, cargaron la Cruz Jubilar. A mitad de la nave, los fieles se detuvieron para venerar la reliquia de la Cruz verdadera antes de comenzar la Celebración Eucarística. Esta Cruz, que permanecerá expuesta durante todo el año.


Durante su homilía, el Padre Osorio explicó que durante este camino jubilar, la Iglesia nos abre el tesoro de las indulgencias.

 Reconoció además que en ocasiones se malinterpreta este don, pero en realidad es un signo de la misericordia de Dios.


Las indulgencias son un signo de la misericordia divina y no un premio que se gana. “Son una gracia que se recibe —dijo—, la posibilidad de experimentar más plenamente la fuerza de Cristo, que borra no solo la culpa, sino también las huellas del pecado en nuestra vida. Es como si el Señor nos preguntara de nuevo: ‘¿Con qué poder puedes sanar tu corazón?’. La respuesta es clara: con el poder de Cristo”.



El reto para nosotros 


Padre Osorio, con énfasis, planteó a la comunidad el reto de vivir con coherencia esa esperanza. Recordó nuevamente el pasaje evangélico de la Liturgia de la Palabra en este día, donde Jesús no discute con los fariseos para ganar una batalla dialéctica, sino para mostrar que su autoridad viene del Padre y estaba respaldada por las obras del amor.


 En nuestro caso, aseguró el Padre nos toca dar testimonio de esa autoridad de Cristo en el mundo. Con una vida de oración que alimente nuestra esperanza, con gestos concretos de caridad y reconciliación, y con la decisión de acoger las gracias jubilares —confesión, Eucaristía, indulgencias— como medios para crecer en santidad.

 “El reto —subrayó— es vivir de tal manera que, cuando otros nos pregunten por la autoridad de nuestra fe, puedan ver que no se trata de nuestras fuerzas, sino de la presencia viva de Cristo en nosotros”.


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En la parte final de la homilía, el Padre Germán Osorio indicó que hoy Jesús nos invita a reconocerlo como la fuente de toda autoridad y la raíz de nuestra esperanza.

Al finalizar la Misa se realizó una Hora Santa con el Santísimo Sacramento expuesto sobre el altar hasta las 9:45 p.m., en un ambiente de cantos y alabanzas dirigidos por el Padre Germán Osorio y el responsable del ministerio hispano de la Catedral, Oscar Sánchez.


Durante todo el año jubilar, la reliquia de la Cruz permanecerá expuesta en la Catedral de Saint John the Evangelist para que los peregrinos puedan obtener indulgencias plenarias. También se podrá hacer en la iglesia de Saint Joseph en Pocatello, dentro de la Diócesis de Boise.

 

Para obtener la indulgencia Plenaria

 

Es importante estar en Gracia de Dios mediante la confesión (Una sola confesión puede servir para varias indulgencias, pero tiene que estas en gracia en el momento) Comunión Eucarística (Debe recibir una para cada indulgencia), Oración por las intenciones del Papa (Se puede rezar un Padre Nuestro, Ave María y Gloria). Desapego total de todo pecado, incluso venial.



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