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Ministerio San Dimas

Ministerio de la Prisión: Fe, dignidad y una nueva oportunidad

para quienes regresan a la sociedad


Beatriz y Jorge de Varona, juntos iniciaron hace 25 años  su apoyo al ministerio de prisión  participando como voluntarios. Actualmente esta pareja se mantiene activa en el nuevo ministerio llamado San Dimas que también brinda ayuda a las personas que han estado en prisión para reintegrarse a la sociedad.(ICR photo/Vero Gutiérrez)
Beatriz y Jorge de Varona, juntos iniciaron hace 25 años su apoyo al ministerio de prisión participando como voluntarios. Actualmente esta pareja se mantiene activa en el nuevo ministerio llamado San Dimas que también brinda ayuda a las personas que han estado en prisión para reintegrarse a la sociedad.(ICR photo/Vero Gutiérrez)

Por Vero Gutiérrez

 Editora Asistente

 

Hace más de veinte años, Jorge de Varona y su esposa Beatriz respondieron al llamado del Padre Jesús Camacho para servir en el Ministerio de la Prisión de la Diócesis de Boise. Todo comenzó en el año 2000, cuando el sacerdote —entonces encargado del ministerio— los invitó, durante una Misa en la parroquia del Sagrado Corazón, a participar como voluntarios. Así iniciaron una misión de servicio que se extendería por dos décadas.

Durante ese tiempo, los voluntarios se dieron cuenta de una gran necesidad: muchas personas que salían de prisión, ya fuera por haber cumplido su condena o por libertad condicional, no recibían ayuda alguna para reintegrarse a la sociedad. Sin apoyo, la mayoría terminaba reincidiendo; más del 60% regresaba a prisión.


Buscando una solución, algunos miembros del ministerio —entre ellos Dick  Gallegos y  Mike  Gallagher fueron los principales en fundar la conferencia y establecieron una colaboración con San Vicente de Paúl, lo que permitió ofrecer ayuda básica como ropa, artículos de higiene y orientación. En 2012 fundaron la Reentry Conference  en Idaho, que luego inspiró la creación del actual ministerio San Dimas, llamado así en honor al ladrón arrepentido que pidió a Jesús estar con Él en el paraíso.


El nuevo ministerio se enfoca en acompañar a quienes salen de prisión, ofreciendo asistencia inmediata con ropa, alimentos y orientación. Además, colaboran con agencias y empresas dispuestas a contratar a personas que buscan una segunda oportunidad en la vida. Aunque no son una agencia de empleo, ayudan con la elaboración de currículums y la conexión con compañías que contratan aprendices en construcción, plomería y electricidad.


Las empresas que trabajan en colaboración con este ministerio, explicó de Varona, están conscientes de que se trata de personas que acaban de ser liberadas de la cárcel y están dispuestas a contratarlas. La discriminación hacia las personas que salen de prisión ha disminuido porque saben que son muy buenos empleados y agradecen con su trabajo la confianza que se les otorga nuevamente.


Jorge de Varona en la capilla de la estación de Radio Sal y Luz  donde continuamente acude para promover los ministerios de prisión. (ICR photo/Vero Gutiérrez)
Jorge de Varona en la capilla de la estación de Radio Sal y Luz donde continuamente acude para promover los ministerios de prisión. (ICR photo/Vero Gutiérrez)

Gracias al trabajo conjunto con el Departamento de Prisiones, ahora los reclusos pueden obtener su identificación y solicitar su tarjeta del Seguro Social antes de ser liberados, eliminando una de las principales barreras para conseguir empleo.


Un parteaguas en este ministerio sin duda fue la epidemia del COVID  19, cuando todo se tuvo que cancelar. Después de la pandemia, los voluntarios ya no quisieron continuar colaborando, de tal manera que todo se tuvo que reestructurar y se creó un nuevo ministerio llamado San Dimas, para ayudar a las personas que salen de prisión.


Actualmente, el Ministerio San Dimas cuenta con alrededor de doce voluntarios en el condado de Ada, y una conferencia hermana opera en el condado de Canyon, bajo el patrocinio de San Maximiliano Kolbe. Cada mes, brindan apoyo a 30 y hasta 40 personas. Los resultados son alentadores: la tasa de reincidencia entre quienes reciben ayuda es apenas del 18%, mucho menor que el promedio estatal, agregó de Varona.


El grupo se reúne el primer y tercer lunes de cada mes en las oficinas principales de San Vicente de Paúl, en 5256 Fairview Avenue, todo su trabajo se coordina por Internet, y los voluntarios visitan a las personas necesitadas para ofrecerles ayuda directa: vales de transporte, artículos básicos, apoyo económico limitado y, sobre todo, acompañamiento humano y espiritual.


 Jorge de Varona dijo que muchos de los ciudadanos que han estado en prisión al salir se sienten temerosos, sobre todo aquellos que no tienen familia.

 No se discrimina a nadie, añadió, lo único que tienen que hacer es solicitar el apoyo para que reciban ayuda de uno de estos ministerios.


 Jorge de Varona explicó que también existe otro grupo de ayuda denominado Reentry Services, el cual, aunque no es parte de la conferencia, pero ayuda específicamente a las personas en su salida de la cárcel con ayuda inmediata el primer día fuera de prisión, llevándolos al lugar donde se van a alojar, les proporcionan ropa, comida o estampas para alimentos.


 Pero con la pequeña ayuda que se les proporciona, se tranquilizan y al final no pueden creer que haya personas que los ayuden de esta manera.         

“Lo más importante es que las personas se sientan acogidas y dignificadas”, comparte Jorge de Varona. “Muchos tienen miedo de salir y no saber qué hacer, pero cuando encuentran ayuda sincera, recuperan la esperanza.”


 Se estima que actualmente a través de este ministerio se brinda ayuda a al menos a 40 personas cada mes.  En algunas ocasiones dijo, pueden ser hasta 6 personas por día.

Aunque muchos voluntarios son católicos, el ministerio trabaja hombro a hombro con cristianos de otras denominaciones, unidos por un mismo propósito: servir con amor y restaurar la dignidad de quienes buscan una nueva oportunidad.


Los interesados en colaborar pueden hacerlo de diversas maneras: con donaciones económicas a través del sitio svdpidaho.org, con oración por el ministerio o uniéndose como voluntarios, tanto de habla inglesa como española.


 Indicó que una de las metas de este programa es que en un futuro cercano puedan dejar todo en manos de los mismos ciudadanos que han tenido que ir a la cárcel y que al salir se reintegren a la sociedad. Para que ellos que han pasado por esta situación sean mucho más empáticos con quienes están ahí y sobre todo que saben cómo ayudarles mejor porque “no es lo mismo ser voluntarios que haber pasado algún tiempo en prisión”.


“Nuestra misión es simple”, dice de Varona. “Ayudar a que cada persona que sale de prisión recupere su dignidad, para nosotros no son expresidiarios sino ciudadanos que regresan a la sociedad porque nos interesa mantener la dignidad de la persona y su fe en que Dios nunca abandona a nadie”.

 

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